Bases teóricas y políticas para una línea política revolucionaria en el Estado Español

Tema I:

Nuestra estrategia es la revolución socialista

1. El marxismo fundamenta su teoría en que la producción y el cambio (la estructura económica de la sociedad) constituyen la base de todo el orden social. Ello indica que las transformaciones sociales y su conocimiento no hay que buscarlo en la cabeza de los individuos, sino en los cambios introducidos en la forma de producción y el comercio.

2.El régimen de producción capitalista surge y se desarrolla rompiendo con el órden social feudal al introducir cambios profundos en la producción, en el régimen de propiedad y posesión de los medios de producción.

3. La labor principal del capitalismo ha sido la de concentrar los medios de producción, antes diseminados entre multitud de productores directos, convirtiéndolos en poderosas palancas de producción. Con ello, se desarrollan las fuerzas productivas que van adoptando una nueva forma social, adecuada a las nuevas formas de producción y cambio: la cooperación, la manufactura y la gran industria es la forma en que el trabajo toma cuerpo social en el régimen de producción capitalista. La máquina herramienta y la fábrica organizan el trabajo bajo la dirección del capitalista como un todo articulado sometiendo el trabajo asalariado a los intereses de la burguesía.

4. En su labor incesante por desarrollar las relaciones de producción capitalista, la burguesía abarca y asimila todo el territorio disponible creando el mercado mundial, imponiendo un gigantesco impulso a la producción y al comercio. Revoluciona los instrumentos de producción y las relaciones sociales que se derivan del régimen de producción. Con el triunfo del capitalismo, los productores pierden el control sobre las condiciones de la producción estando supeditados a su desenvolvimiento.

5. La concentración y centralización económica y política es un producto del desarrollo del régimen de producción capitalista. Cada vez es más necesario una sóla ley, un sólo gobierno, un sólo interés de clase, tanto por parte de la burguesía como del proletariado.

6. El desarrollo del régimen de producción capitalista se hace sobre la base de agudizar la contradicción antagónica entre el carácter privado de la propiedad y el carácter social de la producción, lo que provoca la extensión constante e ilimitada de la producción y la limitación selectivo del consumo social.

7. Sobre esta contradicción señalada (fruto del antagonismo originario entre la separación de los productores con sus condiciones de producción, la existencia de la propiedad privada y el trabajo asalariado) gira las tranformaciones sociales, la tr5ansformación social que tiene que llevar a acabo el proletariado para preparar la producción bajo el dominio social de los productores.

8. Dado el grado de desarrollo alcanzado por las relaciones de producción capitalista en el estado español, integrada en la cadena imperialista, la revolución pendiente es la socialista. No cabe ninguna etapa intermedia dado la formación, desarrollo e intereses objetivos de las clases sociales en lucha.

Por esta razón no compartimos la opinión de otras organizaciones comunistas que consideran la III República como parte necesaria de un período que prepare las condiciones para el tránsito al socialismo o, al menos, como marco favorable para ampliar las “libertades democráticas”.

Dicha reivindicación forma parte de una concepción dogmática y no dialéctica de los principios de la teoría marxista, al no tener en cuenta la situación histórica actual (lo que determina la conjunción de la estrategia con la táctica), fundamentalmente el grado de desarrollo alcanzado por el capitalismo en el estado español.

Por un lado, no se tiene en cuenta que el Estado, considerado como aparato de dominación, siempre tiene un carácter de clase (no es neutral), y que en el capitalismo es la forma general en que la burguesía ejerce su dominio sobre la clase obrera, aunque se ejerza por métodos distintos (dictatoriales o democráticos, monarquía o república). El Estado (el dominio de clase) no se puede confundir con las formas de gobierno (la forma concreta que adopta el dominio de clase), aunque los dos aspectos tienen la misma finalidad: servir al funcionamiento político-jurídico del poder de la clase dominante.

Por otro lado, se recurre de manera mecánica a la reivindicación de la III República como una mera ampliación de la II, sin tener en cuenta los cambios sufridos desde entonces en el desarrollo histórico, que nada tenía que ver con la situación actual, ni en lo económico ni en lo político. Tenemos que recordar que la II República fue un proceso histórico que hunde sus raíces en las condiciones de retroceso relativo de las relaciones de producción capitalista en el estado español respecto a otros países europeos del entorno. Este proceso fue impulsado fundamentalmente por los sectores burgueses más dinámicos frente a la influencia de la aristocracia y la gran burguesía, del ejército y la iglesia. La clase obrera jugó en ese proceso un papel secundario en su dirección política, yendo a la saga de los intereses de estos sectores burgueses.

El aparato del estado burgués estaba en manos de los sectores reaccionarios que taponaban todo intento de “modernizarse”, esto es, de impulsar el pacto social para recomponer el poder de clase y acomodarse a las necesidades de la producción capitalista. Un estado casi en descomposición, que no gobernaba (no conseguía formar gobierno) era un impedimento para la colaboración de clases que sacara adelante la necesaria acumulación capitalista, dominada por la baja productividad y la desobedicencia civil.

9. La burguesía basa su poder económico en las relaciones de producción imperantes y su poder político en la organización del estado actual, de donde ejerce su dominio como clase. Dicho estado vela por los intereses generales de la burguesía en la función general de crear las condiciones políticas de reproducción del capital. Ninguna fracción burguesa tiene intereses fuera del estado como maquinaria represiva de clase, ya que ninguna se plantea su destrucción. Sólo el proletariado, organizado políticamente, acomete esta tarea dado su interés de sacudirse el dominio de la burguesía y de independizarse de las condiciones de explotación del capital.

10. Con el desarrollo del capitalismo se pone de manifiesto su finitud histórica que toma cuerpo en la incapacidad de la burguesía para organizar la producción, anárquica desde su origen y su fundamento. El desarrollo de sus contradicciones internas se refleja en el antagonismo entre los intereses inmediatos y estratégicos de la burguesía y el proletariado: fruto de ello es el florecimiento y desarrollo de la conciencia comunista, es decir, de la comprensión del carácter, condiciones y fin histórico del régimen de producción capitalista y del papel de las clases en la lucha social.

11. El comunismo es el resultado final de lucha del proletariado contra la burguesía, que contiene diferentes etapas:

  • Constitución del proletariado en clase independiente. Su lucha no desborda el mar Se organiza en sindicatos y presenta batalla por objetivos de carácter inmediatos. Su lucha política tiene un contenido económico y se caracteriza por una conciencia en donde domina el instinto de clase.
  • Constitución del proletariado en clase independiente con perspectiva de convertirse en clase dominante. La lucha de una parte del proletariado tiene por objetivo el poder político en la forma de partido organizado con influencia en un sector de la clase obrera. Esta parte se ha elevado teórica y políticamente a la comprensión de la necesidad de la transformación social, sacudiéndose el dominio ideológico que ejerce la burguesía sobre el proletariado apoyándose  en las relaciones de producción capitalista y su influencia en la conciencia social. La preparación de las condiciones para el derrocamiento de la burguesía es la tarea principal de esta etapa.
  • Constitución del proletariado en clase dominante y dirigente del proceso social. La lucha por edificar el nuevo orden social, la etapa de la dictadura del proletariado. Esta etapa no consiste en expropiar jurídicamente a la burguesía, sino además de cambiar el conjunto de funciones, de relaciones sociales, de una práctica social basada en juna nueva forma de pensar y actuar según una nueva organización social, económica y política.

Nos encontramos en la segunda fase, en la fase de construcción del partido comunista. El objetivo estratégico es la lucha por el derrocamiento de la burguesía en la perspectiva de la construcción del socialismo.

La toma del poder político y la organización del Estado proletario no se producirá de forma democrática, a través de la vía parlamentaria, ya que hay que tener en cuenta que la revolución social proletaria no consiste en el reparto del poder entre las clases existentes, sino en la lucha por eliminar todo poder organizado de las clases dominantes en el capitalismo. Es una lucha político-militar contra el estado burgués.

El instrumento político para conseguir dicho objetivo es el partido comunista, esto es, el aparato dirigente del proceso revolucionario en estrecha relación con el proletariado y las masas interesadas en la transformación social.

Las líneas generales de la construcción del partido comunista están elaboradas puesto que están constituidas por las diferentes etapas de la revolución. Sin embargo, hay que ir elaborando las tareas concretas que dan contenido y forma a esas etapas, que son fruto del análisis concreto de la realidad concreta: análisis de la formación social española en el contexto del desarrollo internacional del capital.

La etapa de la construcción del partido se caracteriza por su carácter todavía defensivo, dominado aún por la situación concreta del desarrollo capitalista, por los intereses de la burguesía. El contexto por el que debemos empezar está determinado por la situación actual del movimiento comunista español, muy debilitado por su fragmentación y el dominio del carácter revisionista y oportunista de la mayoría de la línea política de los núcleos que se reclaman comunista. Hay que empezar por crear las bases teóricas y políticas para la construcción del partido:

* El análisis concreto de estos núcleos, lo que precisa de un previo conocimiento de ellos, sus raíces y su política, y la elaboración de una política concreta para establecer relaciones constructivas.

* Las tareas para reagrupar a los núcleos que se sitúan en el campo del marxismo en una única dirección.

El conocimiento de los procesos de formación y desarrollo de los partidos comunistas en las formaciones sociales en donde se han empezado a construir el socialismo es de vital importancia para comprender el proceso de transición al comunismo, aunque tan importe como ello es conocer la etapa del desarrollo del capitalismo en las condiciones políticas actuales, pues lo que queremos es construir el partido aquí y ahora. Debemos producir el concepto de la realidad actual, de las condiciones concretas en la que actuamos, esto es, el análisis de la formación social y el análisis político de las clases en lucha.

El aspecto principal en la construcción del partido es el teórico. Se ha evidenciado como el punto débil en la formación de los núcleos comunistas en el estado español, muy influenciados por la escasa tradición al estudio crítico de las obras de los teóricos marxistas y por la concepción revisionista y oportunista del marxismo que considera el socialismo como fruto del desarrollo general y espontáneo del capitalismo, que se apoya en la concepción democrática y economista de la lucha de clases.

Esta condición histórica del desarrollo del movimiento comunista en el estado español ha alimentado la vía liquidacionista (dogmática) y fraccionista (sectaria) que caracteriza a este movimiento. La falta de rigor teórico ha favorecido que se fortalezca el culto a la personalidad y el dominio de los dirigentes sobre las bases de las distintos núcleos, lo que ha supuesto en la práctica el sometimiento del debate interno a los intereses de los jefes de turnos, que son los que determinan despóticamente la marcha de las organizaciones.

La construcción de los diferentes partidos comunistas en donde se han logrado las revoluciones proletarias se han realizado en su contexto histórico, es decir, en el desarrollo de las contradicciones sociales (nacionales e internacionales). No se ha debído a la aplicación ciego de un patrón preestablecido que marcaba un modelo lineal, sino que se han tenido en cuenta las condiciones particulares en que se desarrollaba (teoría de la particularidad de la contradicción). Así ha ocurrido con el PCUS, PC de China, etc.

Con respecto a esto, creemos que es necesario no sólo estudiar los procesos de formación de los partidos comunistas de los países socialistas, sino también las condiciones concretas de la situación actual, esto es, el análisis de la formación social española, las condiciones objetivas y políticas de la revolución proletaria. Sin ello es muy difícil, por no decir imposible, elaborar las condiciones de la formación del partido comunista hoy en el estado español. No es ni materialista, ni dialéctico.

a) Imperialismo y desarrollo de la economía española

  • Análisis de los sectores económicos. Desarrollo individual e imbricación social.
  • Análisis del capital exterior con el interior y su influencia en el desarrollo del capitalismo en el estado español.
  • Análisis del desarrollo del capital financiero y su alianza con el resto del capital.
  • Análisis económico y político de la aristocracia obrera.
  • Burocratización estatal, impuestos y déficit público.
  • Cambio en los procesos de trabajo y relaciones de producción.
  • Economía sumergida y precarización del trabajo.
  • Análisis económico y político de la inmigración como elemento para la formación de la tasa de ganancia.

b) Clases sociales y partidos políticos

  • Determinación económica y posición política en la formación del concepto de clase.
  • La burguesía, fracciones de clase y sus organizaciones políticas y patronales.
  • El proletariado, fracciones de clase y sus organizaciones políticas, sindicales y sociales.
  • Parados y lumpen.

c) Crítica a la Economía política

* La ley del valor.

* La teoría de la plusvalía.

* La reproducción del capital.

* La ley de la tendencia decreciente  de la tasa de ganancia.

* La teoría de la crisis económica capitalista.

d) Ecología.

e) Nacionalismo.

Pero debemos partir de nuestras fuerzas actuales, que son muy débiles tanto en lo teórico como en lo político. El escaso desarrollo teórico del marxismo está pasando factura al movimiento de liberación del proletariado pues es incapaz de producir las categorías sociales que asuma la función de romper las representaciones mentales que dominan la lucha de clases desde el plano de su representación ideológica.

Hay que iniciar un proceso político que tenga por finalidad elaborar una línea de actuación que se desarrolle en tres frentes:

  • Frente teórico, centrado en la actividad teórica para el desarrollo del marxismo en cuando al conocimiento de la formación social española (ya lo hemos expresado en las líneas anteriores)
  • Frente propagandístico, dedicado a la elaboración y difusión de la teoría marxista aplicada a la realidad concreta. Se constituirán círculos de estudios y órganos de propaganda que tendrán como objetivo conectar a la organización con la clase.
  • Frente político, dedicado al proselitismo, es decir, a la actuación directa en la lucha de clases con el objetivo de detectar, conocer y atraer a los elementos de la clase susceptibles de incorporarlos a los núcleos de apoyo de la construcción del partido.

Para iniciar este proceso es preciso conseguir mínimamente reagrupar a los hipotéticos núcleos comunistas que estén dispuesto a formar parte y desarrollar el proceso de construcción del partido tal como lo planteamos. Para ello, deberíamos preparar una Conferencia Política que elabore las condiciones organizativas y tareas políticas para la constitución del futuro partido. A modo de propuesta, aportamos algunos temas interesantes para debatir en torno a ello:

  • Función del partido y papel de los militantes comunistas en la lucha de clases ¿Qué entendemos por militancia consciente?
  • Carácter y contenido de clase del Estado burgués
  • Papel de la democracia burguesa en la colaborción de clases y amortigüación de las contradicciones sociales.
  • El revisionismo, política burguesa en el seno de la clase obrera. La esencia del revisionismo es la concepción economicista de la lucha de clases.
  • El oportunismo, el tacticismo elevado a la enésima potencia. La esencia del oportunismo es su falta de principios revolucionarios.
  • La conciencia de clase no se adquiere con el activismo, pero tampoco con el estudio dogmático. Es la unidad de la teoría y la práctica. ¿Qué entendemos por ello?
  • ¿Cuales son los problemas actuales para el desarrollo de la teoría marxista? ¿Qué entendemos por crisis del marxismo?
  • ¿Cuál es el aspecto principal y secundarios de la línea de masas? ¿Qué entendemos por niveles de conciencia?

La discusión de estos puntos nos puede ofrecer unas condiciones mínimas para trabajar por la identidad ideológica y política o, al menos, para hacerlo conjuntamente en la dirección señalada en este documento. Es cosa de debatirlo ampliamente.

12. La dictadura del proletariado es un proceso histórico que empieza con la toma del poder político por la clase obrera, obra de una acción concertada del partido comunista con otras fuerzas revolucionarias que le apoyan y las clases interesadas en la transformaciones sociales para la construcción del socialismo, que en cada país se desarrollará de una manera concreta, determinada por sus condiciones históricas y la situación de la lucha de clases a nivel internacional.

La dictadura del proletariado se caracteriza a grandes rasgos por la destrucción del aparato estatal burgués y la constitución del proletariado como la clase dirigente de la revolución social con la finalidad de crear las bases materiales para la materialización de la sociedad comunista. El objetivo a corto y medio plazo es desposeer a la burguesía de sus privilegios económicos, políticos-jurídicos e ideológicos-culturales para desarticular su poder de clase asentado en la propiedad privada sobre los medios de producción y el control del poder político a través de los aparatos del estado. Este proceso se hará de una manera violenta o pacífica dependiendo de la oposición que ofrezcan las clases reaccionarias a las transformaciones sociales.

Para que este proceso se consolide es necesario e imprescindible que el proletariado y las clases interesadas en el socialismo se incorporen a las tareas revolucionarias, tanto en sus aspectos económicos, políticos como ideológicos. Sin ello es imposible el triunfo de la revolución y la construcción del comunismo. La labor del partido comunista, vanguardia del proceso revolucionario, es incorporar a las masas a este proceso elevando su nivel de conciencia social, su compromiso con la revolución.

Durante el proceso de dictadura del proletariado, el partido se encuentra con grandes dificultades de carácter económico que tiene que resolver, para ello es necesario que profundice en su conocimiento de la realidad objetiva y el análisis de la realidad concreta. También tiene que enfrentarse a un conjunto de problemas de carácter político e ideológico que tiene que dar respuesta. Nos referimos a desviaciones propias de la concepción burguesa del mundo: burocratismo, corrupción, autoritarismo, revisionismo, etc. que sólo se pueden combatir a través de la lucha de clases, de la incorporación y participación directa de las masas en la revolución.

La destrucción del aparato estatal burgués implica:

  • Organización política y militar de la clase dirigente de la revolución. Disolución del poder militar burgués y requisamiento de las armas en su poder con la consiguiente instauración permanente del pueblo armado. Disolución del parlamento burgués y de sus órganos legislativos, ejecutivos y judicial con la consiguiente instauración del poder político según los criterios de la democracia socialista: elección de delegados en las unidades de producción, en los barrios, provinciales, estado, etc. y revocabilidad directa por los propios electores.
  • Organización jurídica. Disolución del aparato judicial bugués y anulación de la constitución burguesa, código penal, legislación laboral, etc. Creación de Jurados Populares legidos por las organizaciones obreras y populares.
  • Organización administrativa. Disolución del aparato administrativo burgués y anulación de las medidas con carácter administrativo (residencia, derechos electorales, encarcelamiento, manifestación, propaganda, etc.). Creación de nuevos órganos.

Puesta en marcha de medidas para favorecer la incorporación de las masas al proceso revolucionario (mejora en sus condiciones generales de vida y trabajo) y el desarrollo del socialismo:

  • Expropiación sin indemnización de la propiedad de los medios de producción en manos de la burguesía.
  • Eliminación del derecho de herencia para la propiedad de los medios de producción.
  • Creación del sector socialista de la economía, propiedad del pueblo.
  • Nacionalización del suelo y de los sectores estratégicos de la producción.
  • Elevación del salario mínimo, adecuándose a las necesidades reales de las familias. Disminución de las desigualdades salariales, derivadas del capitalismo, con el fin de ir equiparando los salarios de los cargos políticos y de dirección de las unidades de producción con el conjunto de los trabajadores.
  • Expropiación de inmuebles para acondicionarlos como viviendas populares.
  • Facilidad para alquilar pisos según la cuantía de los salarios.
  • Eliminación de la medicina como negocio.
  • Control de la enseñanza para adecuarla a las necesidades culturales de la revolución.
  • Incorporación de la mujer a las actividades productivas en igualdad de condiciones. Para ello es necesario socializar las tareas relacionadas con la reproducción de la fuerza de trabajo, lo que permitirá y facilitará a las mujeres su incorporación a las actividades productivas y participar en las tareas de la construcción socialista.
  • Control de los accidetnes laborales.
  • Revisión de las acgtividades productivas: ritmos y sistema de retribución, etc.
  • Obligación de trabajar.
  • Internacionalismo proletario, etc.

13. El revisionismo reniega formalmente de la dictadura del proletariado, aunque sostiene en su “ideario” el socialismo como etapa transitoria para la construcción de la sociedad comunista.

En realidad, el revisionismo no entiende el socialismo como la destrucción del capitalismo sino su lógica evolución pacífica, que se transforma en otro régimen conservando lo que tiene de beneficioso. Su concepción del socialismo es el capitalismo de estado reformado, que hereda la propiedad privada transformándola en pública gestionándola según los intereses de las distintas clases, que no se extinguen sino que se retroalimentan mediante la negociación. El estado es concebido como la función reguladora de la negociación entre clases y distribuidora de la riqueza creada. Su papel es, por tanto, neutral.

De hecho abandona la teoría marxista de la lucha de clases reemplazándola por la concepción burguesa de la democracia en general. Defiende la teoría de la reconciliación de clases como vía pacífica al socialismo y de respeto a la ley para salvar la economía y las relaciones internacionales.

Tema II:

La sociedad comunista

1. La razón de existencia de los comunistas es la construcción de la sociedad comunista. Para ello es imprescindible tanto la construcción del partido que dirija dicho proceso como infundir en la clase obrera la conciencia de su emancipación como clase independiente del capital. Dicha tarea histórica no es fruto de un ideal ético o de la evolución natural de la sociedad, sino de un largo proceso determinado por las condiciones materiales de la producción y de la lucha de clases que de ello se deriva.

2. La materialización de la sociedad comunista empieza con la derrota política de la burguesía y la consiguiente toma del poder del Estado por la clase obrera, desarrollándose con la instaruración de la dictadura del proletariado con la finalidad de transformar las relaciones sociales de producción en la dirección de abolir las clases sociales y extinguir el estado.

3. En el terreno práctico la sociedad comunista persigue la satisfacción de las necesidades materiales de los individuos, así como el libre y completo desarrollo de sus capacidades físicas y espirituales.

4. Hasta llegar a la sociedad comunista es necesario previamente que se desarrollen dos aspectos esenciales:

> La abolición de la propiedad privada capitalista a través de la expropiación de los medios de producción en manos de los capitalistas individuales y del Estado. Esto significa que se tienen que crear las condiciones materiales necesarias para el desarrollo progresivo de las fuerzas productivas (base para la consolidación de la nueva sociedad) sin las trabas de la apropiación privada, del pleno desenvolvimiento de la producción según una planificación colectiva y consciente, de acuerdo con las leyes que rige en la Naturaleza.

> Para que esta expropiación social y su desarrollo posterior sea una realidad es necesario, asímismo, que la clase obrera se organice como clase dominante, esto es, tome las riendas de las nuevas relaciones sociales de producción, tanto a nivel político, ideológico como militar, es decir, se organice como pueblo armado para la defensa de sus intereses y la reacción de los expropiados.

5. Antes de terminar este punto se debe dejar claro dos aspectos:

  • La extinción del Estado sólo se logrará con la desaparición de las clases, sustituyéndose la imposición y represión organizada propio de todo estado por la administración de los asuntos sociales.
  • La eliminación de las clases no puede ser consecuencia de un mandato moral o jurídico, sino que sólo puede ser fruto del desarrollo económico basado en la libre asociación de los productores. Ello supone un largo proceso social en donde se superarán las desigualdades sociales basada en la división social del trabajo (manual/intelectual, dirección/ejecución, campo/ciudad, hombre/mujer, etc.) debido a la planificación social y al aumento consciente de las capacidades intelectuales de los individuos en los asuntos sociales.

6. La construcción del socialismo es una tarea consciente y colectiva y , en donde tienen que participar tanto la vanguardia de la clase obrera, con su partido al frente, como las amplias masas de trabajadores con el objetivo de transformar las condiciones económicas, políticas y culturales heredadas del régimen de producción capitalista.

7. En el terreno económico-jurídico significa desarrollar nuevas relaciones de producción al servicio de las necesidades sociales de las masas populares, lo que implica previamente la eliminación de la propiedad privada capitalista y el trabajo asalariado que lo complementa. Ello supone:

> Que la propiedad de los medios de producción pase a ser colectiva, en un principio como titularidad del nuevo estado proletario.

> Que la producción se planifique socialmente en el sentido de resolver las contradicciones entre las necesidades sociales de cada etapa histórica y la producción social, entre la dirección de las unidades de producción y la ejecución práctica de la producción, entre el sector socializado y los sectores no socializados, entre los gastos sociales y la acumulación socialista, entre el conocimiento de la sociedad y el desarrollo productivo, entre la producción y la naturaleza, etc.

> Que la inercia del desarrollo productivo tenga un control popular, una participación activa y consciente de las masas trabajadoras, en el sentido de ir eliminando las contradicciones señaladas anteriormente.

> Que se avance en el conocimiento científico de la sociedad y la naturaleza, teniendo como principio la unión de la teoría y la práctica y poniendo en el puesto de mando las decisiones políticas en lugar de las técnicas.

8. En el terreno político-ideológico implica luchar con vehemencia y decisión contra las teorías burguesas que ensalzan la individualidad y el beneficio privado como motor del desarrollo social, así como contra el revisionismo y el oportunismo que consideran el democratismo como la esencia de la vida social humana, perdiendo de vista con ello el criterio marxista acertado de la lucha de clases como motor de las sociedades divididas en clases.

9. La construcción de la fase superior del comunismo necesitará además de los aspectos que hemos señalado (desarrollo continuado de las fuerzas productivas en el contexto de la propuiedad colectiva de los medios de producción, la participación axtiva de los productores, tanto en su aspecto cuantitativo como cualitativo, y la elevación ininterrumpida del nivel de conciencia necesario a la nueva etapa), los cambios necesarios en el contexto internacional, es decir, del triunfo de la revolución proletaria a nivel mundial, la construcción del socialismo en el conjunto de países del planeta.

10. La burguesía combate al comunismo desde el punto de vista ideológico proyectando en la cabeza de los individuos que es totalmente irrealizable, puesto que no es más que una construcción utópica ideada por individuos influidos por un idealismo dañino e irrealista sin ninguna base real. Sólo se reconoce la buena intención moral de querer acabar con la desigualdad social pero a costa de recortar y eliminar la libertad individual, lo que nos llevaría al estancamiento económico y a la globalización de la miseria.

No comprenden y no quieren entender que el desarrollo de la historia no depende de las ideas que se hagan los individuos de su situación, sino del desarrollo de las condiciones de producción y de la lucha de clases enfrentadas por el lugar que ocupan en la producción y su distribución. Su propia régimen de producción era impensable en la esclavitud y el feudalismo. Se necesitó de cientos de años y miles de guerras para que aparecieran nuevas relaciones sociales de producción que hacían  necesaria la revolución burguesa. Se pasó de la pequeña producción, basada en la propiedad individual de los medios de producción, a la gran producción basada en el desarrollo de las fuerzas productivas y la concentración de la propiedad individual en grandes medios de producción colectivos aunque con un carácter privado.

El comunismo ahora parece casi una profecía, pero no es fruto ni mucho menos de los sueños de unos profetas que predican un nuevo mundo al estilo del cristianismo antiguo o la llegada del Mesías de los judios. Es fruto, muy a pesar de los capitalistas, del desarrollo de la producción burguesa y de las contradicciones que se engendran a nivel mundial, poniendo en mano del proletariado la resolución de los antagonismos en que se desarrolla anarquicamente la vida social. El capitalismo ha cumplido su misión histórica, como se ha dicho anteriormente, señalando el camino de su desaparición y alumbrando un nuevo orden mundial a través de la construcción del socialismo en los países y situaciones históricas en que el proletariado esté preparado.

11. Tenemos que reivindicar el nombre de comunista en toda nuestra propaganda, sin tener miedo a ocultarlo debido al bajo nivel de conciencia de las masas. Su utilización debe ir unido a la explicación de lo que queremos construir, aunque sea de manera escueta y sencilla, para hacerlo entendible entre nuestros compañeros de clase.

Debemos establecer de una manera especial una lucha ideológica contra el revisionismo y el oportunismo en este tema pues utilizan la palabra quitándole su contenido científico camuflándolo bajo una alternativa burguesa. Así sucede cuando defienden el capitalismo de Estado con el que se identifica el revisionismo y el oportunismo, o la alternativa anarquista de la construcción de la sociedad igualitaria de pequeños productores individuales. El comunismo no es ni una cosa ni la otra, como bien conocen los estudiosos de la teoría marxista. Marx y Engels lo definen muy bien en sus textos, a ellos hay que recurrir para comprenderlo en toda su amplitud.

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